Para
encontrar las raíces históricas de la relación comunicación/actividad económica
tenemos que partir del origen del hombre, encontrando en la teoría de la
evolución de Darwin (Engels 1970), la hipótesis más aceptada al respecto, en
ella plantea el concepto de evolución de las especies a través de un lento proceso
de selección natural y establece que el hombre proviene de los primates.
Federico Engels |
Varios
estudiosos del tema, retoman, a lo largo de los siglos, las premisas de Darwin
y justifican fundamentos de la misma. Desde la perspectiva económica, Federico
Engels (1970) fundamenta la conjetura darwinista del origen del hombre,
introduciendo la variable “trabajo”, para demostrarla, escribe la obra titulada:
“El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre” (1970).
En
resumen, el autor mencionado explica en esta obra que, el estudio del origen
del hombre, no puede circunscribirse únicamente al desarrollo biológico, en la
medida en que éste no explica por sí solo la esencia de la transición del
animal al hombre primitivo. Lo que separa al hombre del mundo animal, es su
actividad laboral, que tiene un carácter social y que efectúa con la ayuda de
instrumentos de trabajo, inicialmente, elaborados artificialmente a partir de
piedras y huesos, entre otros materiales.
El
horizonte del ser humano, plantea Federico Engels, se fue ampliando con su
trabajo, en la medida en que a través de éste, descubría constantemente en los
objetos nuevos atributos hasta entonces desconocidos. Estos descubrimientos
empujan mayores actividades y esfuerzos que hacen necesaria la ayuda mutua, la
que a su vez demuestra las ventajas de ésta y congrega aún más a los miembros
del grupo, ocasionando que los hombres tengan la necesidad “de decirse algo”
los unos a los otros.
De
acuerdo a lo anterior se puede concluir que, primero surgió “…el trabajo, luego
y con él la palabra articulada…” (F Engels, 1970:378), es decir, “…del proceso
del trabajo surge la necesidad de comunicarse entre sí…” (Afanasiev, V., 1980:
212).
La
segunda conclusión a la que llega Federico Engels en la obra referida, es la
que establece que el trabajo no sólo motiva la necesidad de que los hombres (antes monos), se
comuniquen entre sí, sino también contribuye a que se desarrolle el
pensamiento, en razón de que la actividad laboral, en forma paulatina, se hacía
menos intuitiva y más racional, para que el raciocinio del hombre
evolucionara plenamente, era necesario que su cerebro se desarrollara
físicamente, lo que fue posible en el momento en que el ser humano, consume
carne de manera regular, ello, tomando en cuenta, que la misma suministra sustancias
químicas que son indispensables para el desarrollo de su cerebro y de su sistema nervioso.
Interpretando lo expuesto por Engels, podemos determinar que la comunicación entre los
hombres no surge de manera espontánea, sino estrechamente ligado a la
satisfacción de las necesidades elementales de estos, mediante el trabajo, es
decir, nace como producto de la actividad humana en sociedad.
Sin embargo, estas teorías no son universalmente aceptadas, ya que, sus pronunciamientos son muy ambiciosos, carecen de base científica y son magistralmente refutadas por otras corrientes de pensamiento con mayor aceptación, como la cristiana, sustentada en la afirmación de un ser Divino y superior que creo el universo.
Comentarios
Publicar un comentario